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Amazonas.-

Por: Jhoana López

El Tobogán de la Selva, un lugar increíble y de una belleza indescriptibe,   que  se constituye en una larga pendiente,  secundada de una piscina natural, un  río y un resbaladizo suelo, que permite a grandes, chicos, niñas y niños, deslizarse, y disfrutar de maravillosas horas de relax, en contacto con este símbolo natural, uno de los más atractivos lugares de Puerto Ayacucho, estado Amazonas.

Deslizarse por esta magnífica laja de piedra, es una extraordinaria aventura, donde la adrenalina se hace sentir al máximo nivel, en  la espera de descender velozmente,  para caer en el agua y   disfrutar de un agradable dinámica por sus alrededores, nadando y sumergiéndose, una y otra vez.

Los espectaculares paisajes amazónicos hacen contraste con esta fantasía natural, que además, según cuentan las leyendas de sus originarios, poseen características mágicas, que embullen a los visitantes de un mundo, del que no quisieran salir después.

Además, de este inmenso tobogán, existe uno mucho más pequeño,  para que puedan disfrutar también los más chicos y sus padres puedan estar pendientes en todo momento de ellos.

En el punto más elevado del tobogán, es donde comienzan a desprenderse y expandirse sus aguas, para darle color y  vigor a esa naturaleza amazónica, tan reconocida, no solamente en Venezuela, sino en el mundo entero.

El Tobogán de la Selva es uno de los lugares en el país, donde no debes dejar de ir, antes de emprender cualquier aventura turística, fuera de nuestro territorio.

Otro atractivo de este lugar son las churuatas y una cancha,  dispuesta para el uso de los más jóvenes, además,  de las mesas, donde podrán disfrutar de un tradicional partido de dominó. Al finalizar este tobogán, se encuentra una paradisíaca poza, similar a un jacuzzi natural.

¿Sabías qué?

El estacionamiento de este escenario natural, es una gigantesca roca que se encuentra entronizada en este sitio turístico, en su máxima extensión.  Se puede apreciar, asimismo,  una señalización amarilla, que dirige tanto el camino para los conductores de vehículos grandes como para los pequeños.

¿Sabías qué?

Al caer la tarde, hace acto de presencia  un indígena, vestido con su atuendo característico,  guayuco y un  destacado plumaje, para asombro de turistas.

Si algún día visitas el Tobogán de la Selva, y te topas con este Indio, no se te ocurra hacerle fotos sin su permiso, pues cuentan los lugareños; que hace conjuros a la gente que lo irrespeta, sin contar con su aprobación para ser fotografiado o grabado.

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